Infancia y Juventud de Júpiter

En la actualidad, a la juventud mexicana, se les ha privado del conocimiento de la antigüedad, se les ha mutilado las alas de la imaginación. Viven bajo el terrorismo de la Bestia del Apocalipsis. Solo tienen ojos para querer vivir el “american way of life” cuya base es la explotación a que tiene sometido a sus esclavos  “amigous”. Ahora solo se le provoca a la juventud el ansia por el dinero y sobrevivir. Ni la prole de todos los políticos “mexicanos”, como tampoco de sus asesores  (los nuevos ricos, aristócratas del dinero), tienen imaginación, solo piensan en dilapidar el dinero que fácilmente y a manos llenas roban sus padres.

Es por ello que nos hemos propuesto rescatar las historias que hasta hace poco más (1969)  de cuarenta años. todavía en algunas preparatorias del país se narraban como materia educativa para enriquecer la cultura de los educandos. Y tengo entendido que aquí en Tamaulipas hace ya más de 50 años que no se enseñan estas historias.

Niñez de Júpiter

Rea encomendó el cuidado de Júpiter a las Ninfas del bosque y se despidió de su hijo. las Ninfas - felices – prepararon una cuna de oro y acostaron al nene. Enseguida llamaron a Amaltea (una cabra blanca), para que amamantase a Júpiter. las abejas también hicieron lo suyo dándo miel de exquisito aroma y sabor al recién nacido. Las palomas en bandada trajeron Ambrosía (alimento de los inmortales). Mas tarde llegó un águila portando Néctar, la bebida de los dioses.

Adrastea (Ninfa) le fabricó una pelota de oro, cincelada para jugar con ella. Cuando Júpiter, como todo niño, lloraba y se encaprichaba las Ninfas llamaban a los Coribantes, quienes de inmediato danzaban en círculo frente a la entrada de la gruta, golpeando con sus espadas a sus escudos. De tal forma, para que Saturno no pudiera oir el llanto del niño.

Juventud de Júpiter

Así pasó su niñez, entre juegos e instrucción. Ejercitándose para la función que habría de cumplir. Llegó el día en que Júpiter, convertido en hombre, se sintió seguro de sí mismo y capaz de enfrentar a su desnaturalizado  padre. Lo destronó y lo expulsó del cielo para así empezar a reinar como soberano del mundo.

Reinado de Júpiter

Los Titanes al enterarse de quien era el nuevo soberano del Universo le declararon la guerra y trataron de derrocarle, pensaron en asaltar el cielo, acumulando gran cantidad de rocas hasta formar una montaña, desde la cual, los Titanes se lanzaron al asalto.

Júpiter pensó en ayuda y quienes mejor que los Ciclopes y los tres Gigantes (seres de cincuenta cabezas y cien brazos cada uno) que los custodiaban. bajó el dios al centro de la tierra en donde se encontraba la fragua de los Cíclopes y con voz tronante dijo: ¡He venido a solicitar vuestra ayuda!. los Titanes quieren asaltar el cielo para destronarme . si me ayudáis, al final de la guerra los liberaré de vuestra subterránea prisión. Al unísono se escuchó ¡te ayudaremos! – respondieron los Gigantes y los Cíclopes y en minutos se armaron y prepararon para el combate.

Dios, ten piedad y misericordia de Meshijo Tenochtitlan Anahuac

Ing. Federico Juárez Andonaegui